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12 mar 2013

Capitulo 43 Explicaciones


Cuando llegaron al hospital…
Subieron eufóricos por las escaleras, saltando, bailando, gritando y haciendo el tonto. Nadie hubiera dicho que estaban allí. Corrieron por el pasillo de la tercera planta hasta parar en la habitación dónde estaba Liam. Antes de abrir la puerta Niall se acercó y puso la oreja en esta. Él sonrió. Alejandra lo miraba extrañada.
-¿Qué estás haciendo? ¡Entra de una vez!-lo apresuró ella, empujándolo contra la puerta. Esta se abrió y cuando entraron Liam y Marta se volvieron hacia la puerta, sonrieron y él le soltó la mano.
-No disimules, Liam, que te he visto.-le dijo Niall haciéndole un gesto con la mano. Marta se sonrojó y Niall y Liam rieron. Los demás que no sabían de que se reian se miraron.
-¿Qué pasa? Que no me entero de nada.-dijo Elbe apoyándose en los hombros de Alejandra y de Ed para ver mejor.
Hubo un silencio. Un silencio un tanto incómodo. Un silencio que Marta decidió interrumpir.
-Cri, cri, cri, cri.-dijo imitando a un grillo. Liam la miró y sonrió luego la atrajo hacia él y la besó en la sien.
-¿Pero qué pasa?-preguntó Adela algo perdida. Niall se dio la vuelta dándoles la espalda a Marta y a Liam.
-¿Es que no veis lo juntitos y felices que están?-preguntó Niall poniendo voz cursi en “juntitos y felices”- Se ve desde antes de entrar por la puerta que estos dos están liados.-sonrió orgulloso volviendo la vista a Liam y a Marta.-Y no es que estuviera cotilleando ni haya puesto la oreja en la puerta.-dijo volviéndose hacia Alejandra, la cual estaba de brazos cruzados, negando con la cabeza como diciéndole “No tienes remedio”.
-¿Estabas espiándonos?-le preguntó Liam.-Eso está muy mal señor Horan.-dijo poniendo la voz más grave. Niall y él rieron.
-¿Entonces es verdad?-preguntó Alejandra.- ¿Estáis juntos?
Marta miró a Liam y Liam miró a Marta, él la cogió de la mano y afirmó. Alex esbozó una enorme sonrisa.
-Ya era hora.-le dijo Niall.- ¿Cuántos años eran, me dijiste?
-¿Cómo? ¿Niall lo sabía y yo no?-preguntó Zayn indignado.-¿Cómo has podido hacerme esto a mí?-dramatizó. Al cabo de un rato dejó de hacerlo y le interrogó.- ¿Desde hace cuánto que le vas detrás?
Liam se sonrojó. Tenía a aquellas ocho caras mirándole pendientes de su respuesta, no pudo aguantar y estalló a carcajadas.
-¿Tan gracioso es?-preguntó Harry.
-Bueno, creo que le estamos intimidando un poco.-dijo Ana. Liam la miró y le esbozó una sornisa de agradecimiento.- Pero… ¿cómo, cuándo y por qué?
De nuevo todas las miradas se posaron en ellos dos.
-Me parece muy mal, Marta. Me debes una explicación de todo esto.-dijo Paula.
Marta que no se había movido de al lado de Liam se levantó de la camilla y lo miró. Él la miró y ella lo besó en los labios.
-Ahora vuelvo, voy a hablar con ellas.-le anunció. Le acarició el pelo y él le sonrió.- Hasta ahora.-se despidió de los demás. Las chicas le siguieron.
En cuanto hubieron salido de la habitación, todas se acercaron a ella y la empezaron a interrogar.
-A ver, cuenta, cuenta.-dijeron Alejandra y Adela intrigadas.
-Al saber que han hecho ya en esa camilla.-dijo Elbe riendo malignamente.
-¡ELBE!-le gritaron todas sincronizándose. Ella volvió a reír.
Bajaron por las escaleras y se sentaron en ellas.
-¿Y cuándo te lo ha dicho?-le preguntó su hermana.
-Pues esta mañana. Despertó del coma y empezó a decirme cosas…-empezó a explicar.
-¿Qué cosas? Específica.-dijo Ana.-Queremos saberlo todo.
Mientras en la habitación…
Niall le sonrió y le dio con el puño en el hombro.
-¡Felicidades! Por fin te lanzas.-le felicitó.
-¿Cuánto tiempo llevas enamorado de ella?-le preguntó Louis.- No entiendo porque no me lo dijiste.-dramatizó.-Lo nuestro iba en serio.
Liam empezó a reír.
-Louis, tú no puedes hacer nada serio.-todos rieron.
-A mí también podrías habérmelo contado, ¿eh? No es que la conozca desde hace mucho tiempo pero se veía que había mucho feeling entre los dos.-dijo Ed.
Todos se sentaron en la camilla y eso hizo que intimidaran a Liam.
-¿Pero qué hacéis?-preguntó.
-Vamos a empezar con el interrogatorio.-dijo Louis.
-Queremos saber que le has dicho.-dijo Niall.
-Creo que es justo por habérnoslo ocultado, ¿no crees?-dijo Harry. Zayn y Ed afirmaron.
-Pregunta número uno.-empezó Louis con voz de locutor.- ¿Le has regalado una margarita?
Los demás lo miraron extrañados murmurando “¿Margaritas” ¿Qué dice?”. Liam agachó la cabeza y sonrió.
-¿Lo has hecho? ¿Se lo has dicho como en el campamento?-preguntó Louis dando saltitos en la camilla, la cual hacia un ruidito extraño. Louis soltó una risita.
-Me he perdido.-dijo Harry parpadeando varias veces.- ¿Llevas enamorado de ella desde el campamento?-Liam lo miró sin decir nada y afirmó.
-¡Que fuerte! ¿Y cuánto hace de eso?-preguntó Ed.
-Pues desde los ocho años.-contestó. Todos lo miraron boquiabiertos. Louis sonrió y Niall rió.
-Joder, tío, te ha costado, ¿eh?-le dijo Niall riendo. Liam lo miró con los ojos entrecerrados.- Vale vale, no me mates.-se levantó de la camilla, por si acaso y todos rieron.
Mientras afuera…
Cuando terminó de contarles todo sonrió.
-¡Dios! ¿Y dices que lleva enamorado de ti desde el campamento?-le preguntó Alejandra.- Es que lo sabía, se le notaba demasiado.
-Sí, con ese rollito de mejores amigos.-dijo Ana.
-¡Que bonito!-dijo Adela. Marta se sonrojó, se le notaba en la mirada que estaba enamorada.
-Pues yo sigo sin entender porque no me lo contaste antes.- dijo Elbe cruzándose de brazos. Marta la miró y sonrió, se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla.
-¡Ai, que celosilla!-le dijo sonriendo.
Se dirigieron a la cafetería y tomaron un café mientras seguían charlando sobre el tema. Después volvieron a subir a la tercera planta y cuando abrieron la puerta…
Louis salió corriendo hacia el pasillo.
-¿Qué pasa?-preguntó Marta. Después salió Niall persiguiendo a Louis con una almohada desplumada. Ambos rieron.
-¡Niall Horan!-le gritó Alejandra haciéndolo parar. Él la miró con cara de no haber roto un plato en su vida.-¿No creéis que sois un tanto mayorcitos para montar estos numeritos?-Él y Louis se miraron. Louis sonrió.
-Porque te quiero, que si no…-le dijo Niall a Alejandra pasando por su lado. Al pasar ella le dio una colleja.
-¿No te olvidas de algo?-le preguntó. Él se volvió y la besó.-Así mejor.-dijo satisfecha.
-¿Habéis hablado con algún médico?-preguntó Marta al llegar al lado de Liam.
-Sí, sí, no te preocupes.-le contestó Liam cogiéndola de la mano. Ella miró sus manos entrelazadas, luego lo miró a él y sonrió.

6 mar 2013

Capitulo 42 Tenía que decírtelo


En casa…
Habían pasado tres días desde el accidente de Liam. Aquella noche se había quedado Marta en el hospital, la cual no quería separarse de su lado.
Niall y Alejandra durmieron abrazados en la cama de éste, cuando su móvil empezó a sonar. Él se giró para mirar el móvil y alargó el brazo para alcanzarlo. Tenía sueño y tan paneas leía quien le llamaba, pero, tras estregarse los ojos vio que le llamaba Marta, tal vez tuviera noticias. Descolgó.
-Dime, Marta.-dijo bostezando. Hubo un corto silencio.
-¿Qué pasa Nialler?-le preguntó una voz que no era la de Marta. Niall se apartó las sabanas de encima y se levantó haciendo que Alex se despertara. Se pasó la mano por la cabeza y la miró.
-¡Es Liam!-exclamó. Alejandra esbozó una sonrisilla.- ¿Qué tal estás?-le preguntó a Liam, volviendo a la conversación telefónica.
-Algo desorientado, pero por lo demás todo bien.- contestó. Ese todo bien le había sonado demasiado bien. Tardó en contestar pues estaba pensativo.- Niall, ¿sigues ahí?
-Sí, sí, Alex y yo vamos a despertar al resto y nos vamos para el hospital.-le contestó, luego sonrió y añadió.- No te me fugues con Marta, ¿eh?- Al otro lado del teléfono se escuchó una risita.
-No, tranquilo, intentaré esperarte.
Después de colgar Niall miró a Alejandra y la abrazó levantándola.
-¡Está bien!-exclamó y seguidamente la besó.
Minutos antes, en el hospital…
Cuando lo vio sonrió. Él le devolvió la sonrisa.
-Hola patosilla.-le saludó. Ella lo abrazó con los ojos llenos de lágrimas.
-Eres idiota, Liam, ¿lo sabes?-dijo ella secándose las lágrimas, cuando se separaron del abrazo.- Me diste un susto de muerte, ya empezaba a pensar que te iba a perder.-él le acarició la mejilla y le secó las lágrimas.
-No seas boba. Nunca me vas a perder, no te desharás de mí tan fácilmente.-ella sonrió y volvió a abrazarlo. Cuando se separaron él alargó el brazo para coger una de las margaritas del jarrón y se la colocó a Marta en el pelo. Sonrió al ver el resultado.- Estás preciosa.-ella sonrió sonrojándose.- ¿Sabes qué? Cuando estuvimos en aquel campamento te regalé una margarita, ¿sabes por qué lo hice?-no sabía porque le había dicho aquello.
Cuando ella clavó su cálida mirada en sus ojos, él empezó a ponerse nervioso. El sorazón se le aceleraba y la máquina de los pitidos lo delataba.
Ambos miraron la máquina y luego Marta volvió a clavar sus ojos en los de él. Liam tragó saliva.
-“Mierda, ¿ahora qué hago? ¿Se lo digo?”-pensó.-“Sí, venga que yo puedo.”-La cogió de la mano y continuó lo que ya había empezado.- Te la regalé porque me enamoré de ti…-dijo, parpadeó varias veces y volvió a tragar saliva. El sonido de la máquina lo ponía todavía más nervioso. Se mordió el labio. Ella sonrió.- ¿Ves? Por eso, porque me encanta verte sonreír, me gusta cuando te sonrojas, cuando me miras de esa manera, me gusta que nos peguemos horas hablando aunque no hablemos de nada… son todas esas cosas de ti que no me hubiera gustado perderme por nada en el mundo.-le cogió la otra mano y le puso otra margarita entre ambas.- Por eso te busque, por eso te encontré y por eso te la regalo de nuevo…-paró un segundo y tomó aire.- … porque te quiero.
Dichas esas palabras suspiró aliviado, ya se lo había dicho. La miró algo avergonzado y vio que ella estaba sorprendida.
-¿No vas a decir nada?-le preguntó él.
-Creo que no va a hacer mucha falta…-le contestó ella con tono de sorpresa, él la interrumpió.
-Sí, sí que hace falta, Marta, y mucha. No sabes el tiempo que llevo callándome todo esto. No me dejes sin respuesta porque necesito saber si tú…
-¿Quieres besarme?-le preguntó ella.
-¿Qué?-le preguntó él. No porque no hubiera entendido la pregunta, sino porque quería asegurarse de que había escuchado bien.
-Que si quieres besarme, hazlo.-le contestó.
Liam la miró y se humedeció los labios. ¿Lo decía en serio? ¿Qué significaba aquello? ¿También estaba ella enamorada de él? Eran muchas las preguntas que le pasaban por la cabeza, pero ninguna de ellas ganaba a las ganas que tenía de besarla. Cada vez estaba más cerca. Su mirada hacía siempre el mismo recorrido: de su boca a sus ojos y de éstos a su boca de nuevo. Finalmente sus labios se encontraron y se fundieron en aquel beso que tanto tiempo llevaba esperando.
Por sus venas empezó a correr la adrenalina. Ya tan apenas escuchaba el pitido de la máquina, porque estaba en otro mundo. Lo único que escuchaba era su corazón latiéndole fuerte contra su pecho. Se dejó llevar por el momento hasta que sus labios se separaron. Ambos sonrieron. ¿Qué iba a decirle? ¿Significaba aquello un sí?
-Yo también tengo que decirte algo.-le dijo Marta sonriendo de oreja a oreja.
-¿Qué?-le preguntó Liam ilusionado. Marta le tendió su móvil. Su cara cambió.- ¿Qué pretendes?
-Llámales y diles que estás bien, ellos también están preocupados.-le dijo riendo. Él se puso serio, cogió el móvil y esperó a que ella le dijera algo más.-Y que yo también te quiero, bobo.-le besó de nuevo en los labios y él se quedó mirándola unos segundos con el móvil en la mano.- Venga, llámale.-dijo haciéndole volver a la realidad. Él marcó el número de Niall. Un pitido, dos y tres, lo cogió.

5 mar 2013

Capitulo 41 Margaritas


Segundos después en el agua…
Nadaba hacia la tabla, desesperada. No sabía que había pasado. Notó el corazón golpeándole fuerte en la garganta y rebotando en sus oídos. Cuando llegó junto a la tabla miró a su alrededor en busca de Liam.
-¡LIAM!-volvió a gritar sin obtener respuesta. Miraba de lado a lado, desesperada, gritando su nombre. ¿Dónde estaba? ¿Qué le había pasado? Fueron tantas las preguntas que se le pasaban por la mente. Notó una mano que le rozaba el brazo y sintió un escalofrío. Cuando se volvió, vio que era él. Lo miró unos segundos, desconcertada u asustada al mismo tiempo. Estaba inconsciente. Cogió la tabla con un brazo y con el otro lo cogió a él y nadó hasta la orilla como pudo.
Desde la orilla…
No podía soportar que nadie hiciera nada por ayudarla, así que, Niall corrió al agua para ayudar a Marta y entre él y Louis llevaron a Liam a la orilla. Alejandra corrió hacia su hermana y la ayudó a levantarse. Se sentía débil, cansada y las piernas le temblaban. Por su mente pasaron miles de imágenes. No sabía que le había pasado a Liam pero pensaba que ella era la culpable de todo.
-Tranquilízate, Marta.-le propuso su hermana, la cual había notado su agitada respiración. Luego, sin decir nada, corrió hacia dónde estaban Louis y Niall, cayendo varias veces, pues las piernas le fallaban.
Zayn abrazó a Ana, la cual se había quedado en shock, y Niall llamó a una ambulancia.
-¿Qué le ha pasado?-le preguntó Louis a Marta cuando ella llegó dónde estaba.
-No lo sé… no lo sé…-le contestó ella entre sollozos. Louis se giró hacia ella y la miró. Tenía los ojos hinchados.
-Hey, escúchame, Marta.-le dijo cogiéndole la cara para que le mirase.-Tú ni tienes la culpa de nada. Podría haberle pasado a cualquiera de nosotros, incluso a ti.-Ella seguía sollozando y apartó la mirada.- Hey, no, escúchame.-dijo haciendo que sus miradas coincidiesen de nuevo.- Repite conmigo. No-tengo-la-culpa-de-nada.-le dijo lentamente. Ella lo miró.-Va, repítelo.
-No tengo la culpa de nada.-hipó y Louis la abrazó. Luego la besó en la cabeza.- ¿Pero está bien?–le preguntó mirándole ya un poco más tranquila. Niall se acercó a ellos con el móvil en la mano.
-La ambulancia está de camino.-anunció. Miró a Marta y ella se lanzó a sus brazos.-Tranquila, estará bien.-le dijo respondiéndole el abrazo y tocándole el pelo suavemente. Luego la agarró de los hombros y ella lo miró.- Te lo prometo.
Cuando llegó la ambulancia…
Marta y Louis fueron de acompañantes en ella mientras que los demás fueron en la caravana que ahora conducía Ed, al cual Louis le había confiado las llaves.
Dentro de la ambulancia…
Marta no podía apartar la mirada de la cara de Liam. Lo miraba y se sentía culpable. Los minutos sin hablar con él se le hacían eternos. Estaba cabreada consigo misma por hacer aquella tontería y que aquella tontería hubiera acabado en eso. Una lágrima brotó por su mejilla, dos y tres.
Louis la miraba a ella preocupado. No quería verla así y lo peor es que él no conocía el modo para hacer que ella se sintiera mejor.
A escasos centímetros de allí…
La escuchaba, pero no lograba verla. Todo era extraño. Por su mente empezaron a pasar rápidamente las imágenes de lo sucedido. Primero ella, luego la playa, el surf, un golpe en la cabeza y por último un grito que se apagaba.
“Cuando abrió los ojos ya no estaba en el agua, ni en la arena, ni siquiera estaba en la playa. Se encontraba tumbado sobre la hierba de un prado verde, al lado del lago. Miró la hierba fresca y la tocó. En el aire había un aroma distinto, lo respiró. A su lado había una margarita, no le faltaba ni un solo pétalo, era perfecta. Sonrió y miró a su alrededor. Escuchó sus voces y la de ella. Miró hacia el lago y los vio allí chapoteando en el agua. Cogió la margarita y se levantó. Se dirigió a Marta, la cual chapoteaba con su hermana y le tapó los ojos con la mano. Ella sonrió.
-Liam.-dijo. Él apartó la mano para que pudiera ver y la abrazó por la espalda. Tenía la piel mojada y eso hizo que se le empapara la ropa. Ella se giró y sonrió mientras él le colocaba la margarita en el pelo mojado.
-Lo sabía, sabía que te quedaría bien.-le sonrió, ella se mordió el labio, tímida y se colocó un mechón tras la oreja.- Ven, quiero decirte algo.- la cogió de la mano sin decirle nada más y la guió hasta el prado de margaritas. Aquel prado dónde había estado hacía ocho años atrás.
-¿Por qué me has traído aquí?- le preguntó ella.
-¿No te gusta?
-¡Claro que me gusta!- ambos se sentaron en la hierba.
-Verás… no sé si lo recordarás, pero cuando fuimos al campamento estuvimos en este lugar.–dijo y paró para mirarla, luego siguió.- Por eso he pensado que lo que te voy a decir debería decírtelo aquí.- Tragó saliva.- Verás, en aquel campamento, antes de separarnos, en este lugar, te regalé una de estas.-dijo cogiendo una margarita y poniéndosela entre las manos, luego la miró y se humedeció los labios.- ¿Sabes por qué lo hice?-ella negó. Él sonrió.- Porque me hiciste pasar las mejores vacaciones de mi vida, porque eres la chica más maravillosa que he conocido, que me enamoré de ti en el campamento, cuando sólo éramos unos críos…-suspiró y continuó.-… y que sigo enamorado de ti.-Su corazón parecía querer escapar de su pecho. Marta lo miró.- Pues eso… eso es… lo que yo… quería decirte.-No le salían las palabras.- que te quiero.-añadió. A Marta le empezaron a brillar los ojos y se le dibujó una sonrisa en la cara. Luego se lanzó a sus brazos, lo miró y definitivamente él la besó.”
Al cabo de tres días…
Cuando se despertó lo primero que escuchó fueron los pitidos de alguna máquina. Por la ventana entraba demasiada luz, la cual no le permitía ver el resto de la habitación. Cuando sus ojos se acostumbraron a ella miró a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en la habitación de un hospital.
En una mesita de al lado de su camilla había un jarrón con margaritas. Sonrió, luego escuchó una respiración lenta y tranquila que no era la suya y que provenía de los pies de su camilla. Se levantó un poco y la vio allí, dormida, con la cabeza sobre sus brazos, los cuales apoyaba sobre la camilla. Sonrió al verla y le pellizcó la mejilla. Ella movió la cabeza y parpadeó varias veces. Cuando lo vio sonrió.