Translate

8 sept 2013

Capitulo 49 Be mine

En casa…
Entraron en la habitación y cerró con pestillo, no había nadie en casa, pero para estar más tranquilos. Luego la miró. Su corazón palpitaba fuerte en su pecho y en su estómago las ansias de hacerla suya le podían.
Se giró de nuevo hacia ella. Ambos se quedaron mirando, luego una sonrisa picarona apareció en sus comisuras y Niall se acercó a ella, la tomó por la cintura a la vez que empezaron a besarse.
No podía contener sus ganas y cada vez los besos eran más intensos. Acabaron cayendo sobre la cama, él encima de ella. Alex lo miró y se humedeció los labios, luego empezó a desabrocharle los botones de la camisa y él acabó quitándosela. Él le quitó la sudadera sin dejar de besarla. Sus respiraciones empezaron a agitarse y empezaron a perder el control.
No podía parar, porque ella era su adicción, no podía parar porque llevaba muchos días esperando ese momento. Interrumpió sus pensamientos cuando notó su mano desabrochándole el pantalón.
La ropa iba desapareciendo de sus cuerpos hasta que quedaron en ropa interior. Entonces ambos rodaron por la cama y ella se hizo dueña de la situación colocándose sobre él.
Comenzó a darle besos por el cuello y bajó hasta su pecho. Él la miró, ella le devolvió la mirada, le sonrió y Niall se sentó con las piernas de ella abrazando su cintura. La volvió a besar mientras la acariciaba.
Alex sintió la mano de Niall por su espalda y sintió un escalofrío que se le pasó con el calor de sus manos acariciando ya su espalda desnuda.
Niall volvió a tumbarla y comenzó a acariciar y besar todo su cuerpo.
El olor de las rosas de la habitación había desaparecido casi por completo y la tenue luz de la mesilla seguía encendida. Sus cuerpos desnudos calentaban el ambiente. Él la miró y le acarició el pelo.
-¿Estás segura?-le preguntó. Ella afirmó y él esbozó una sonrisa.-Te quiero.-Le dijo tras besarla una vez más antes de volverse hacia la mesilla. Abrió uno de los cajones y cogió un preservativo. Luego se volvió hacia ella y la volvió a besar. Se puso el preservativo y le acarició las piernas, las cuales rodearon la cintura de él. Niall la atrajo mientras la besaba y ella gimió.
Mientras en la calle…
Continuaba corriendo sin rumbo fijo, sumergido en pensamientos, sin escuchar nada que no fueran sus propios latidos golpeando cada vez más fuerte contra su pecho. Chocó con una persona… con dos y con tres, pero siguió corriendo hasta que chocó con una cuarta.
-Vaya, lo siento.-se disculpó sin saber de quien se trataba.
-Harry, ¿estás llorando?-le preguntó una voz que le resultó familiar. Levantó la mirada hasta que se topó con la mirada preocupada de una chica. Al ver de quien se trataba la abrazó y empezaron a brotarle las lágrimas. Ella le devolvió el abrazo.- ¿Qué ha pasado, Harry?, ¿No habías quedado con Verónica?-le preguntó cuándo dejaron de abrazarse.
-Verónica está muerta, Adela, muerta.-dijo entre sollozos con desesperación. Ella lo miró. Sus ojos llorosos la estremecieron y le invadió la pena. Lo abrazó con fuerza. Fue como un acto reflejo, como si así pudiera evitar que sintiera cualquier dolor, cualquier pena, cualquier miedo…
-Lo siento, Harry, lo siento mucho.-Él la abrazó más fuerte. El abrazo de una amiga era la solución más sensata para calmar su dolor.
-Gracias, necesitaba un abrazo.-le dijo Harry secándose las lágrimas.
-Para eso están los amigos.-una tímida sonrisa apareció en su rostro, cosa que hizo que el también sonriera. Se volvieron a abrazar, esta vez por el hecho de saber que se tenían el uno al otro.- ¿Sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras, no?
-Sí, gracias. Te agradezco mucho esto que has hecho por mí.
-¿Abrazarte? Por favor, Harry, eso no…
-Era lo que necesitaba y me lo has dado.-la interrumpió él.
-Harry…
Él se acercó a ella y le besó en la mejilla.
Mientras en otro lugar…
Liam y Marta paseaban de la mano por el parque. La noche brillaba más en la oscuridad del parque.
-Ojalá estuviéramos siempre así.-dijo ella.
-Y estaremos así, siempre que ambos queramos.-le contestó Liam, el cual esbozó una sonrisa. Ella lo miró y le besó, luego él la atrajo más colocando su brazo sobre sus hombros y siguieron paseando. Se sentaron en el césped y Marta se puso seria.- ¿Qué ocurre?-le preguntó él en cuanto noto su cambio de expresión.
-¿Crees que Niall y mi hermana lo solucionaran?-preguntó mientras miraba las estrellas, tumbada en el césped. Él se tumbó a su lado apoyándose sobre un brazo y miró al infinito. Luego ambos se miraron.
-Seguro que sí, no aguantarían el uno sin el otro, no creo que terminen por una discusión así.- Ella esbozó una sonrisa y puso sus brazos tras la cabeza. Él le acarició la cara y ella cerró los ojos, entonces él la besó.
-Mmm,-dijo mordiéndose los labios y abrió los ojos de nuevo.- que sexy ha sido eso.
Ambos rieron y se volvieron a besar.
-Tú sí que eres sexy.-le dijo él.- Y me encanta como te queda el pelo rizado… te da un aspecto más…-hizo que pensaba.-… salvaje.-sonrió. Marta hizo como que sacaba la zarpa.
-Grrr.-gruñó. Ambos rieron. Se sentían tan bien el uno con el otro que se les pasó el rato volando.
Mientras unos metros más allá…
Louis y Paula paseaban por el mismo parque, riendo de alguna tontería que Louis habría soltado. Habían ido a cenar juntos y habían estado genial hablando. No sabía porque, pero a Louis, aquella chica le hizo olvidarse de Alex por completo y empezó a sentir algo, que tal vez, iba más allá de una amistad.
-Eres genial, Louis, jamás pensé que llegaría a reírme tanto.- le dijo soltando, todavía, alguna risita. Él la miró reírse y empezó a reír él también.
-Tú también eres genial, Paulita.-le dijo en tono de burla.
-Eres de lo que no hay, Tomlinson.-dijo sonriendo mientras negaba con la cabeza baja.- No tienes remedio.
Louis se quedó pensativo unos instantes.
-En realidad, sí que tengo un remedio.-Paula lo miró esperando a que le dijera cuál era su remedio, él rio.
Louis se acercó a ella y puso su pie tras el suyo haciéndola caer en el césped. Paula que lo había cogido del brazo, hizo que él también cayera sobre ella. Los dos rieron por su patosidad y entonces ambos se quedaron mirando en silencio. Ella empezó a ponerse nerviosa, aquella situación se le estaba empezando a hacer incómoda.
-¿Qué haces?-le preguntó ella.
-Mirarte… ¿no puedo?-le preguntó. Paula afirmó todavía más nerviosa.-¿Y puedo besarte?- le volvió a preguntar. Aquello sí que le sorprendió.
-¿Por qué ibas a querer hacerlo?-le preguntó sin obtener mejor pregunta que decir.
-Porque me apetece mucho hacerlo.-sonrió.

Sus ojos ya no miraban los suyos, se habían detenido en la curva de sus labios, y las ganas de besarla crecían. Entonces acercó su cara a la de ella hasta que sus labios se encontraron, empezando un beso al que ella acabaría respondiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario