La mañana del 8 de julio…
Abrió los ojos de repente tras escuchar un ruido del exterior. ¿Estaba
lloviendo? Se levantó de la cama despacio para intentar no despertar al chico
que dormía a su lado. Se acercó a la ventana. Aún estaba oscuro, no tenía ni
idea de la hora que debía ser y tampoco iba a mirarlo. Entonces la iluminó un
relámpago y lo maldijo en voz baja por el susto que le había dado. Se apartó un
mechón tras la oreja mientras soltaba las cortinas, que se desplazaron a su
sitio habitual ocultando el paisaje urbano, iluminando el cuarto
translúcidamente por la luz de los relámpagos. Miró a Liam, que dormía
tranquilamente. Su respiración era relajada. Le encantaba verle dormir y no
pudo resistir acercarse a sus labios. Volvía a tumbarse a su lado cuando sus
manos lo impidieron.
-Buenos días.-la saludó con una sonrisa radiante.
-No tan buenos.-contestó ella señalando con la cabeza la ventana.- Está
lloviendo, hace un día de perros…
-Aún es temprano, ¿no?-preguntó girándose hacia la mesilla para alcanzar el
móvil y mirar la hora.- Son las cinco, Marta.
-Yo no tengo sueño.-le dijo picarona acariciándole el pecho.
-A mí se me acaba de quitar.-sonrió, y colocó a Marta sobre él.- ¿Qué te
apetece hacer?
-Creo que ya sabes lo que quiero.-le contestó sonriendo y sus labios
volvieron en busca de los de él, seguidos de sus manos acariciándole. Sus
labios se despegan para iniciar un recorrido por su cuello, él coge su barbilla
y la acerca hasta que sus bocas vuelven a unirse, pero entonces ella posa los
labios sobre su oreja y tira del lóbulo suavemente. Sus manos suben por el
cuerpo de ella, desde la cadera al pecho, arrastrando la camiseta con ellas.
Entonces ambos se sientan, y las piernas de ella quedan abrazando la cintura de
él. Acaba de quitarle la camiseta.
-Que buen despertar.-susurra a su oído de una manera que la hace temblar.
Ella responde totalmente de acuerdo con sus palabras con un beso impulsivo que
hace que vuelvan a quedar tumbados sobre la cama.
En otra habitación…
La tormenta no la deja dormir. Está sola y, ¿para qué mentir?, le da un
poco de miedo estarlo. Se levanta apartando las sabanas a un lado y se coloca
las zapatillas para ir por casa, sale al pasillo y lo observa en la penumbra.
Deja la puerta entreabierta y se acerca al salón, dónde ve, durmiendo en el
sofá, a Zayn. Se le ve tan tierno durmiendo que le parece fatal despertarle,
así que lo hace lo más tiernamente que puede.
-Moreno.-le llama a susurros a escasos centímetros de su cara. Su cabello
cae sobre la cara de él, que le hace cosquillas y abre los ojos.
-Ana.-saluda incorporándose.- ¿Qué pasa?, ¿Qué hora es?-pregunta algo
desorientado.
-Temprano… No puedo dormir, fuera hay una tormenta de mil demonios.-ambos
se quedan mirando unos segundos en silencio, algo incómodos.- ¿Me haces un
sitio?-le pregunta algo ruborizada. Él le responde con una sonrisa y haciéndole
un hueco a su lado.
-Ven, túmbate conmigo.- hace lo que le dice y él la agarra fuerte.- Así que
te da miedo estar sola con la tormenta.- sonríe.
-No he dicho eso.
-Sé que lo piensas.- y a pesar de no verle la cara sabe que sonríe. Ella
suelta una sonrisa y se acomoda de forma que le pueda ver la cara.- ¿Qué haces?
-Ver cómo te ríes de mi… -sonríe.- Capullo.- él se sorprende ante el
insulto, pero ambos sonríen y se abrazan.
-¿Tienes frío?-le pregunta. Ella asiente con la cabeza y él pasa la manta
sobre ella.- ¿Mucho mejor?-le pregunta mientras ella se acurruca sobre su
pecho. Él sonríe y le acaricia el pelo. Alarga el brazo para alcanzar el móvil
y pone la alarma a las nueve, y finalmente se queda dormido.
Minutos más tarde en la habitación…
Ambos permanecen tumbados en la cama, recuperando la respiración. Se miran,
se sonríen y vuelven a envolverse en un abrazo de besos.
-¿Sigues pensando que no son buenos días?-le pregunta Liam con los ojos
brillantes.
-Pienso que es buena mañana y este ha sido mi mejor despertar.-le dice ella.
Silencio. No puede dejar de mirarla, está tan guapa con el pelo alborotado. Se
moja los labios y le acaricia la mejilla, pasándole el mechón por detrás de la
oreja. Ella acerca la mejilla a su caricia, cierra los ojos y deja que la
envuelva su caricia. ¿Es un sueño? Abre los ojos y le ve, sonriéndole, apoyado
sobre un brazo, mirándola. No, no lo es.
A las nueve…
El tono de llamada Good morning alarm
le despierta.
-Eys, marmotita, ya son las nueve.-la despierta.
-Cinco minutitos más.-responde con los ojos aun cerrados. Zayn ríe.
-Eres la reina de las marmotas, ¿lo sabes?-le dice y viendo que no le afecta
empieza a hacerle cosquillas.- ¡Despierta, dormilona!
Ella se retuerce y empieza a reír.
-Buenos días.-saluda Marta desemperezándose.
-Ui, que buenos ¿no?-dice Zayn cuando observa a Liam y a Marta agarraditos
con una sonrisa de oreja a oreja.
-Sí, Marta es experta en los buenos despertares.-informa Liam, y le da un
fuerte beso en los labios.
-Este no lo es tanto.-grita Ana atrapada entre las cosquillas de Zayn.- Os
envidio.-le dice a la pareja.
-¿Qué quieres tú también uno de esos?-le pregunta Zayn riéndose. Ambos se quedan en silencio mirándose… ¿Es lo
que quieren? ¿Los dos?
-¿Qué hay para desayunar?-pregunta Ana deshaciendo aquel incomodo silencio.
-Pueeeees…-murmura Marta buscando por la nevera.- Hay pan de molde,
mermelada y mantequilla…- se sienta en la isleta de la cocina con los
ingredientes en las manos.
-Mmmm, mantequilla.-dice Liam alzando las cejas y sonriendo de lado. Marta
estalla a carcajadas.
-¿Queréis tostadas pues?-pregunta. Zayn y Ana asienten.- No voy a dejar que
las tuestes tú, Payne, la última vez se te quemaron.-le dice cuando le ve las
intenciones. Se levanta de la isleta de un salto y cierra la nevera con la
cadera.- Ves llamando al resto, hoy es un día muy largo.
Horas después…
Están todos en el Starbucks, donde se conocieron. Aquello provoca una
sonrisa en la cara de los chicos y de las gemelas. La misma mesa, la misma hora…
sólo cambiaba la situación. Quien iba a decir que ya había pasado más de un año
desde que se conocieron, y en un año, ¡cuántas cosas han pasado!
-¿Así que Elbe y Adela no estarán en el concierto?-cambia Harry de tema.
-No, tienen cosas que hacer, y se vuelven a Tarragona.-responde Paula.
-¿Y con qué público tenemos la gran suerte de contar?-preguntó Louis
pasándole un brazo por el hombro y acercándola a él.
-Pues yo he hablado con algunos de los directioners de ayer.-informa
Harry.- Contamos con Joana, Maria, Viki, Luna, Teresa, Isabel… -hace gesto de
pensar por sí olvida a alguien.- y no sé si me olvido de alguien. Yo he hablado
con ellas y están ya x aquí, les he dicho que quedaríamos, ¿os parece bien o he
metido la pata?
Marta y Alex flipan.
-Míralo que espabilado, conoce chicas y hace planes el solico.-dice entre
risas Marta. Harry le saca la lengua.- ¿Es que te ha gustado alguna?-le
pregunta picarona alzando las cejas.
-Todas.-responde él y todos acaban a carcajadas.
-No, en serio.-le pregunta Ana poniéndose seria.
-Mira a ver, Styles, que a ti te solían gustar maduritas, y estas son más
jovencitas… aunque no por ello menos inocentes.-ríe Alejandra.
-Ja ja, que graciosa.-dice él irónicamente.
Cuando salieron de Starbucks…
Se dirigieron a la plaza Catalunya y se sentaron en las escaleras, dónde se
conocieron. Allí habían quedado con el resto antes de acompañar a los chicos a
los ensayos.
Pasados cinco minutos llegaron las chicas en el mismo grupo. Se saludaron y
empezaron a caminar hacia la parada del bus hasta Montjuïc.
Cuando llegaron a la parada del bus, vieron que Harry no estaba…
-Un momento…-Alex cayó en la cuenta de algo.
-… Sí. También falta María.-anuncio Isabel.
Siento la espera chicos, pero no he podido subir antes y la inspiración no estaba de mi parte. Espero que os guste y os pido por favor que tengais paciencia... espero no tardar tanto en subir el siguiente pero en estos momentos estoy bastante liadilla. Gracias por la espera y disculpad.
Marta
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