Al día siguiente…
Ya había amanecido. Los primeros
rayos de Sol iluminaban el bosque. Se miró el reloj, eran las 8:00h llegaba
tarde. Decidió tomar el camino que atravesaba el bosque, para poder llegar lo
antes posible.
Conducía deprisa. El camino estaba
embarrado y lleno de piedras. El todoterreno se tambaleaba y el volante giraba
sin cesar de lado a lado. Perdió el control del coche, saliéndose del camino y
hundiendo el coche contra un árbol.
Se quedó inmóvil, con la cabeza
sobre el volante, a causa del fuerte golpe. Cuando levantó la vista vio que
salía humo del capó. Levantó la cabeza e hizo una mueca de dolor. Se llevó la
mano a la sien y se la manchó de sangre. Miró a su alrededor desconcertada e
intentó salir del coche.
La puerta no se abría, se había
quedado cerrada por el golpe. La golpeó una y otra vez y finalmente salió
disparada del coche cayendo al suelo cubierto de hojas secas, ramas, barro y
piedras. Levantó la cabeza.
Unas horas más tarde…
Zayn estaba solo en casa. Los demás
se habían ido y él se había quedado mirando la tele. Estaba sentado en el sofá
con los pies sobre la mesa, cantando la canción que en aquellos momentos
aparecía en el canal de videoclips. Cogió una chocolatina que había sobre la
mesa y se la comió. De pronto sonó el timbre. Se levantó perezosamente, pero no
fue a abrir.
-Tenéis llaves, podéis entrar.-gritó
desde la cocina, a la cual se había dirigido para tirar el envoltorio de la
chocolatina. El timbré volvió a sonar. Rebufó mientras maldecía y fue a abrir.
En esos momentos en Barcelona…
El mensaje de Liam le había dado
que pensar. Tenía ganas de volver a verle a él y a los chicos. Estaba mirando
cuándo poder hacer una escapada a Londres cuando Paula la sorprendió.
-¿Qué haces?-le preguntó. Marta
cerró su agenda de golpe y apartó el catálogo de viajes.- A mi no me engañas.
¿A ver, que estabas haciendo?-dijo intentándole coger la agenda. Ella se lo
impidió.
-Vale, a ver, estoy mirando haber
si encuentro unos días y unos vuelos baratos para poder hacer una escapada a
Londres.
-¡Ala! Yo también quiero, por
favor, ¿eh?-dijo alzando la mano derecha y poniéndose seria. Marta soltó una
carcajada.- ¿Y para cuándo lo tienes pensado?-Marta volvió a abrir la agenda en
busca de algunos días libres.
-Pues no sé, todavía no he
encontrado nada…-dijo mientras pasaba las páginas.
-Ep, aquí.-dijo Paula de pronto,
señalando una página. Marta la miró y ambas sonrieron.
Mientras en una casa Londres…
Frente a él se encontraba una
chica. No la conocía de nada, y no parecía que estuviera allí por casualidad.
Llevaba toda la cara rasgada y cubierta de arañazos, de la sien le caía un hilo
de sangre seca y llevaba la ropa cubierta de barro. Parecía mareada. No pasaron
ni tres segundos y la chica se desplomó, pero Zayn la sostuvo entre sus brazos
antes de que ésta cayera. No sabía qué hacer, tenía que ayudarla. La cogió en
brazos, entró en la casa y cerró la puerta con el pie. La tumbó en el sofá y
miró su rostro. Tenía unas facciones hermosas. Sus labios eran sensuales y
carnosos, su nariz chiquitita, sus pestañas largas y su cabella enmarañado era
de un color castaño claro. Le dolió verla en aquel estado, así que le limpió
las heridas de la cara. ¿Qué le habría podido pasar?
En otro lugar…
Siempre tomaban el camino del
bosque para volver a casa, era el más corto. Llevaban la música a todo volumen
y cantaban gritando. Louis conducía y hacía caras por el espejo retrovisor,
Harry y Niall, que iban detrás las veían y se reían y Liam lo miraba extrañado
con una sonrisa en la cara desde el asiento del copiloto. En ese momento sonaba
“Call me maybe” de Carly Rae Jepsen. Reían y cantaban hasta que Louis vio un
coche accidentado y disminuyó la velocidad. Tenía todo el capó destrozado.
¿Habría alguien herido?
-Para, para, Louis.-le dijo Harry
dándole golpecitos en el asiento. Cuando paró, Harry salió corriendo hacia el
coche y miró si había alguien dentro. Todos salieron tras él. Pegaron las manos sobre el cristal
para evitar los reflejos y poder ver bien el interior.
-No hay nadie.-dijo Niall
apartándose del coche.
-¿Qué ha podido pasar?-preguntó
Liam.
-No lo sé, pero si el conductor ha
salido de aquí por su propio pie, no debe de estar muy lejos.-dijo Louis.
Volvieron al coche y se fueron. Harry no apartó la mirada del coche hasta que
desapareció de su vista. Pasaron el resto del camino callados.
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