Minutos después…
Caminaban el uno al lado del otro,
contándose algunas cosas que les hacían sonreír. Niall tenía las manos en los
bolsillos del pantalón.
-¿Sabes qué es lo que más me gustó
de ti cuándo te vi por primera vez en aquel concierto?-le preguntó.
-¿Qué?-le preguntó Alejandra.
-La cara que pusiste cuando te
señalé.-rió.- Tu reacción fue genial. Alejandra también rió.
Ambos pasearon durante un buen rato
por la orilla del lago. Entonces él cogió una piedra y la lanzó al agua, ésta
rebotó varias veces y finalmente se sumergió en las profundidades.
Era una noche preciosa. La luna
bañaba el paisaje con su luz y las estrellas brillaban como nunca. Niall se
quedó mirando el reflejo de la luna en el agua.
-¿Tranquila noche, no? Tenía ganas
de estirar las piernas.-le dijo ella deteniéndose a mirar las estrellas. Él le
sonrió.
La noche, la luna, las estrellas,
ella y él… ¿Había algo mejor?
Mientras en las casa…
Seguía mirando por la ventana. Les
había visto desaparecer hacía unos minutos, pero seguía mirando. Louis no
dejaba de preguntarse si Niall y él sentían lo mismo por la misma persona. Los
celos le estaban jugando una mala pasada.
-¿Qué te pasa, Louis?-le preguntó
una voz que le hizo volver a la realidad.
-Am… nada.-le contestó a Harry.
Luego miró a Marta y esta le devolvió la mirada, sabía perfectamente que le
pasaba y a pesar de que eran dos de sus mejores amigos, la idea de dejar a
Niall y Alejandra solo le daba escalofríos.
Además, ya se estaba cansando de
llevar aquellas muletas y eso que no llevaba con ellas ni 42 horas. Respiró
hondo y suspiro.
-Creo que me voy a ir a
dormir.-anunció este, aunque no tenía sueño. Se levantó del sofá y echó un
último vistazo a la ventana antes de irse a su habitación
Mientras tanto en la habitación de al lado…
Tenía ganas de irse de compras
navideñas. Faltaban tan apenas 2 días para noche buena y el cumpleaños de Louis
y todavía no tenía nada que regalarles a los chicos ni a ellas dos. Se volvió
hacia la puerta cuando la escuchó.
-¿Qué haces?-le preguntó Marta.
Éste le sonrió.
-Estaba pensando en los regalos de
Navidad…-suspiró.- Aún no tengo nada, creo que mañana por la mañana iré a
comprarlos… ¿Querrás acompañarme?- le preguntó. Ella hizo como si se lo
estuviera pensando.
-Vale, además quiero regalarle algo
a Louis por su cumpleaños, últimamente se le ve muy desanimado…-dijo ella.-
¿Tienes alguna idea de que le podría comprar?
Él se encogió de hombros.
-Hay tantas cosas que le puedes
comprar a Louis.-rió Liam que se había tumbado en la cama.
-Seguro que hay duermes mejor que
en el suelo.-dijo Marta riéndose.
-Calla, que me duele un montón la
espalda.-rió el también.- ¿Quieres tumbarte un rato?-la invitó. Ella se acercó
y se tumbó a su lado.
Mientras Zayn y Harry…
Estaban en el salón encendiendo el
fuego mientras hablaban de lo raro que estaba Louis.
-Está como ausente y de mal
humor…-dijo Harry.
-No es Louis, está claro que le
pasa algo.- coincidió Zayn.
Se sentaron sobre la alfombra y
allí estuvieron un rato hablando, sin pasar frío. Cuando entraron Alejandra y
Niall, éste corrió hacia la chimenea y se sentó junto a Harry y Zayn. Al ver
que los dos lo miraban él dijo:
-Hace mucho frío fuera.- dijo
mientras se calentaba las manos.
Alejandra se quitó la bufanda, el
gorro y la chaqueta y se dirigió a ellos.
-¿Y los demás?-les preguntó.
-Louis, se ha ido a dormir…-dijo
Harry.- Está muy raro.
-Y Liam y Marta ni idea.-añadió
Zayn.
Minutos antes en la habitación de Liam…
Estuvieron hablando durante un buen
rato sobre muchas cosas y nada a la vez hasta que se acabaron durmiendo.
Alejandra, que les estaba buscando,
abrió un poco la puerta y tras verles dormidos sonrió y la volvió a cerrar
lentamente para no hacer ruido.
Luego se quedó mirando la puerta de
la habitación de Louis. No se creía que se hubiera ido a dormir, sabía que
estaría despierto. Puso la mano sobre el pomo de la puerta y lo giró un poco.
Mientras en el interior de la habitación de Louis…
Había escuchado su voz y supuso que
ella y Niall ya estaban en casa. Luego escuchó unos pasos en el pasillo y
después de un rato el pomo de su puerta giró, pero no lo hizo del todo. Tenía
la esperanza de que viniera a hablar con él y que le pudiera explicar lo que le
pasaba, pero no entró. Vio su sombra bajo la puerta, y la vio desaparecer
mientras escuchaba sus pasos alejarse. Volvió a suspirar. Cada vez se sentía
peor, y a veces deseaba que ella no hubiese ido. Luego se golpeaba la cabeza y
se decía a sí mismo que era idiota por pensar eso. Estaba encantado de que estuviera
ella allí, pero quizás los planes no le iban como lo había planeado.
En el salón…
-¿Les has encontrado?-le preguntó
Niall a Alejandra sonriendo cuándo esta volvió al salón.
-Se han quedado fritos.
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