Horas después…
Abrió los ojos lentamente. Cuando
lo hizo parpadeó varias veces y se giró hacia el otro lado de la cama, vacío.
Levantó la cabeza de la almohada, extendió su brazo y acarició la sabana. Luego
dejó caer de nuevo la cabeza sobre la almohada y su expresión se volvió triste.
Le pareció sentir que sus brazos aun le abrazaban, le pareció sentir que ponía
su pierna sobre las suyas, le pareció sentir aquella manera suya de dormir…
Miró al techo y pensó, luego giró la cabeza hacia la mesita de noche y miró el
reloj. Las 9:30. Luego se fijó en algo que había al lado del reloj, parecía una
nota. Se apoyó con un brazo mientras alargaba el otro para coger la nota. Acto
seguido la leyó:
-“Te prometo que volveremos a
vernos pronto, te lo prometo de verdad, no como tú.-a continuación había una
carita con la lengua sacada- :P Te quiero Niall”
Al terminar de leerla sonrió, y
recordó aquella promesa que le hizo una vez y que no cumplió. Deseó que ella sí
lo hiciera. Dejó la nota sobre la sábana y cogió el móvil. ¿Habría llegado ya a
España?
En ese momento en el avión…
Alejandra miraba por la ventanilla
mientras escuchaba la canción de “A Thousand years”. Aquella canción le hacía
pensar en Niall, Louis y los demás. Se miró el reloj. Las 9:30. Aún les faltaba
una hora para llegar a Barcelona.
Marta también miraba por la
ventanilla con expresión triste. Pensar que cada segundo estaba más lejos de
ellos la entristecía más.
Una hora y media antes…
El avión estaba a punto de
despegar. Alejandra miró a Marta y ésta la miró a ella, se cogieron la mano y
sonrieron. Pasara lo que pasara siempre se tendrían la una a la otra para
decirle que lo que habían vivido no era un sueño, que era real. Su sonrisa se
desvaneció cuando notaron que el avión empezaba a deslizarse por la pista y
seguidamente despegó. Se les encogió el corazón y a Marta se le hizo un nudo en
la garganta. Ambas miraron por la ventanilla viendo como Londres quedaba cada
vez más pequeño. Suspiraron.
Esa misma mañana unas horas después…
Se despegó de las sabanas y se
estiró. Tal vez todo había sido un mal sueño y Marta y Alejandra estaban allí.
Se levantó y se dio cuenta de que no estaba en su cuarto sino en el de Marta.
Entonces, todo aquello no había sido un mal sueño, era real. Salió de la
habitación y se encontró con Niall en la cocina.
-Bueno días.-le dijo Liam con pocas
esperanzas de que aquella frase fuera cierta. Niall resopló.
-De buenos, nada. Se ha ido Alex,
para mí hoy ya no sale el Sol.-dijo éste dispuesto a volverse a la cama. Liam
pensó en decirle lo mucho que lo entendía, pero se mordió la lengua y prefirió
no contárselo. Niall desapareció por el pasillo, Liam no podía hacer nada por
animarle, no al menos aquella mañana. Apartó la silla de la mesa para sentarse
y se comió una tostada que había en un plato sobre la mesa.
En la habitación…
Sentía que no era nadie. Se sentía
vacío. Se acercó a la guitarra que estaba a los pies de su cama y se acordó de
la noche en que la besó. Una sonrisa se dibujó en su cara sin apenas darse
cuenta. La cogió y se sentó en la cama con ella sobre las piernas. La observó
durante un largo minuto y luego deslizó sus dedos por sus cuerdas dejando sonar
una melodía vacía de sentimiento, vacía de ella.
Una hora más tarde en Barcelona…
El avión ya había aterrizado. Paula
le envió un Whats App a Alejandra diciéndole que le estaban esperando en el
aeropuerto, tanto ella como Elbe, como Adela.
Cuando las vieron, las cinco se
dieron un gran abrazo y por unos momentos Alejandra y Marta se olvidaron de los
chicos para pensar en sus amigas y disfrutar con ellas de toda la tarde.
Se fueron a comer a un McDonald’s y
allí hablaron de todo lo que había pasado. Marta y Alejandra les contaron lo
geniales que eran los chicos y lo bien que se lo habían pasado. Alex les contó
lo suyo con Niall y como éste la beso en el lago. También les contó lo de
Louis. Marta, que no sabía que Louis se lo había confesado, dijo:
-¿Al final te lo ha
dicho?-Alejandra la miró mal.
-¿No me digas que tú lo
sabías?-ella afirmó.
-Joder, que se le notaba muchísimo
que estaba celoso, no pude evitar preguntarle, él me lo contó y le prometí
guardar el secreto.-confesó.
-¿Y tú, Marta? ¿Qué tal con
Liam?-le preguntó Adela.
Meses antes en Barcelona…
Adela, Elbe y Paula se quedaron
atónitas cuando Alejandra y Marta les contaron lo que habían descubierto: que
las chicas a las que buscaban Louis y Liam eran ellas, que de pequeños,
estuvieron en un campamento de verano juntos y que al parecer eran muy buenos
amigos.
-¡Qué fuerte!-dijo Adela.
-Ya ves, cuando lo supe me dio
algo.-dijo Marta.
-Qué casualidad.-dijo Paula.
Meses después en el McDonald’s…
En cuanto a Marta le preguntaron
por Liam, ella se sonrojó.
-Es muy buen chico, es maravilloso,
es…-suspiró. Liam le encantaba.- Es mi mejor amigo.
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