Meses después, en Londres, un día frio…
Marta y Alejandra avanzaban por el
aeropuerto arrastrando sus maletas, mirando a su alrededor en busca de los
chicos, pero no les vieron por ninguna parte. Se pararon y soltaron las
maletas.
-No puede ser, prometieron que
vendrían a buscarnos.-dijo Marta girando la cabeza a izquierda y derecha.
Entonces escucharon una voz que les
llamaba y ambas sonrieron y se giraron.
En el mismo aeropuerto minutos antes…
-¿Ya viene con retraso?- preguntó
Liam mirando el reloj impaciente. Louis miró a su alrededor
-¡No, ahí llegan!-dijo con una
sonrisa.
Las vieron desde lejos, buscándolos
con la mirada. Iban abrigadísimas, ya que afuera hacía frío. Llevaban puesta
una gorra a cuadros que les quedaba muy bien. Marta llevaba dos trenzas y
Alejandra el cabello suelto, como siempre. Arrastraban las maletas sin saber a
dónde ir, buscándoles. Entonces Liam las llamó y ambas se giraron sonriendo.
Tanto ellas como ellos corrieron a
su encuentro y se abrazaron. Liam rodeó la cintura de Marta y la levantó, Louis
abrazó fuerte a Alejandra mientras le decía:
-Que ganas tenía de verte, pequeña.
Luego todos se fundieron en un
abrazo colectivo. Después de tan emotivo encuentro Liam y Niall se ofrecieron
para llevarles las maletas hasta el coche. Subieron y se pusieron de camino a
la que iba a ser su casa de vacaciones.
-¿Y cómo es?-preguntó Alejandra
refiriéndose a la casa.
-Oh, os va a encantar tiene una
gran chimenea.-dijo Liam mirándolas por el espejo retrovisor, ya que era el que
conducía.
-Y tiene unas vistas
preciosas.-dijo Niall emocionado.
-Sí, os va encantar, es calentita.-dijo
Louis sonriendo desde el lugar del copiloto.
Se quedaron un rato en silencio, el
cuál Marta decidió romper al cabo de unos minutos.
-¿Nos echabais de menos?
Ella miró hacia el espejo
retrovisor y vio reflejarse la sonrisa de Liam.
-Eso ni se pregunta.-dijo.
-Nosotras también teníamos ganas de
veros, nos prometisteis que nos veríamos pronto, ¿eh, Niall?- dijo Alejandra
dirigiéndose a éste con los ojos entrecerrados.
-¿Por qué me miras así?-dijo algo
asustado.-Yo lo dije por animar, además ya estamos juntos, ¿no? ¿Qué importa lo
que dije?-estiró el brazo y la rodeó. Ambos rieron.
Entonces sonó Live while we’re Young y Zayn y Harry se pusieron a cantar, los
demás les siguieron.
Cuando vieron que Liam frenaba poco
a poco Alejandra y Marta miraron por la ventanilla.
-¡Wow! Con que esta va a ser
nuestra casa de vacaciones…-dijo Marta.
-¡Qué bien! Me encanta.-dijo
Alejandra saliendo del coche y mirando la casa desde fuera. Niall la cogió de
la mano.
-Te enseñaré algo que es aun más
bonito que la casa.-le dijo sonriéndole y haciéndole un gesto para que le
siguiera.
Liam se acercó a Marta que miraba
la casa desde el jardín.
-Bueno, ¿qué te parece?-le preguntó
con las manos en los bolsillos.
-Es preciosa…-dijo ella
impresionada.- Estoy deseando saber cómo es por dentro.-corrió hacia el porche
y abrió la puerta. Liam la siguió de cerca.
El salón se veía cálido y acogedor.
Era una enorme sala con paredes de madera, junto a la chimenea había dos sofás
grandes, uno de cuatro plazas y otro de tres, luego había una butaca. En una
pared había una estantería enorme llena de libros. En una parte del salón había
una mesa grande con unas sillas muy rústicas y la lámpara era preciosa. Bajo los
sofás y la mesita de té, que había junto a la chimenea, había una enorme
alfombra.
-Muy acogedor.-dijo Marta dándose
una vuelta por el cuarto.- Muy rústico, me encanta, parece una de esas casas
del Pirineo, que aunque haga frío fuera te da un calor especial.- Liam se puso
la mano bajo la barbilla, pensativo.- ¿Qué piensas?-le preguntó.
-Nada, me encanta que te encante.-
encogió los hombros mientras mostraba una gran sonrisa. Harry y Zayn entraron
con las maletas.
-Sí, gracias, tranquilos, puedo yo
solo.- dijo Harry mirándoles.
-¿Necesitas ayuda?-le preguntó Liam
volviéndose hacia él.
-No, no, que va, tú sigue
enseñándole la casa a Marta. Por cierto, ¿dónde dejamos las maletas?-dijo Zayn
soltándola.
-En sus cuartos.-dijo Liam.
Se escuchó la voz de Harry al final
del pasillo.
-¡Dios! ¿Pero que llevan en estas
maletas? ¿Un muerto?-preguntó sacando la lengua de cansancio.
-Mmm… no, solo lo necesario para
pasar las Navidades.-contestó Marta insinuando que lo que llevaban era poco.
-Ja, se parece a uno que me sé
yo.-rió Liam refiriéndose a Harry.
-¿A mí?-se extrañó él.
-Sí, tus maletas también pesan, lo
que pasa es que no las sientes porque no las llevas.-dijo Zayn de acuerdo con
Liam.
-Bueno…-Liam dio una palmada.-
¿Quieres que te enseñe el resto de la casa?-le preguntó. Ella afirmó.
Mientras en el exterior…
-Es bonito, ¿a qué sí?-le preguntó
Niall a Alejandra mirándola.
-Sí, Niall, es precioso.-ésta se
volvió hacia él. Se notaba cierto nerviosismo en el ambiente. De repente se
escuchó la voz de Louis.
-Bueno, será mejor que nos vayamos,-
le dijo Niall.- y escucha…-se acercó a su oído.- no le enseñes este sitio a
nadie, será nuestro lugar secreto.-se apartó y la miró con una sonrisa, luego
la besó en la mejilla.
Cuando se encontraron con Louis…
-Así que os quedáis a pasar las
Navidades aquí, ¿no?-le preguntó Louis a Alejandra.
-¡Sí!-exclamó.-No veas las ganas
que tenía de pasar unas vacaciones navideñas fuera de casa. Aunque no me
imaginaba que fueran a ser con vosotros.
Las sonrisas de Niall y Louis se
desvanecieron. Ella al verles añadió:
-Quiero decir, que era como
imposible para mí, estar aquí con vosotros es lo mejor que me ha pasado.
-¿Seguro que lo mejor que te ha
pasado no fue que coincidiéramos en aquel campamento?-le preguntó Louis con una
sonrisa picarona.
-Bueno, tal vez todo esto se lo
deba al campamento.-se encogió de hombros y rió, luego se frotó los brazos con
el jersey.
-¿Tienes frío?-le preguntó Niall el
cual la vio tiritar hacia unos minutos.
-Bueno… un poco. Tal vez no esté
acostumbrada.-dijo sonriendo. Niall se quitó la chaqueta y se la puso sobre los
hombros. -¿Qué haces loco?
-No quiero que cojas ningún
resfriado.- Ella se la quitó y se la devolvió.- ¡Encima de que te protejo de
los virus!- se detuvo y la miró indignado. Luego le tendió de nuevo la
chaqueta.- Más te vale cogerla.- le dijo arqueando una ceja. Ella acabó
cediendo y se puso la chaqueta.
-Venga chicos, una carrera hasta
casa.-dijo Louis animado. Los tres empezaron a correr campo a través entre
risas. –El primero que toque la barandilla del porche gana.- dijo sin dejar de
correr. Llegaron agotados y ninguno se acordó de tocar la barandilla. Abrieron
la puerta y se tumbaron en los sofás.
-Me va el corazón a mil por
hora.-dijo Niall casi ahogándose con sus palabras.
-Pero seguro que se os ha pasado el
frio.-rio Louis.
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